Poesía Eslovena: Edvard
Kocbek, un escritor Esloveno contemporáneo, partidista político y magnífico
filósofo.
Por Luis José Arguello Reverón, en colaboración con la Asociación cultural esloveno-venezolana Srečko Kosovel y el Grupo Investigador de Literaturas en el Mundo de la Universidad de Los Andes
Vida y obra de Edvard Kocbek
Edvard Kocbek |
Edvard Kocbek fue considerado un
reconocido partidista político alrededor del año 1940, aunque poco después se
vuelve un gran “desconocido” escritor del este de Europa. Kocbek nació en 1904
en Eslovenia, al sureste de lo que era Austria en ese tiempo. Inspirado por las
ideologías católicas, desde que era niño sintió la iglesia como su segundo
hogar. Debido a ese profundo sentimiento hacia el catolicismo, después de haber
estudiado Letras Clásicas y Lenguas Extranjeras, Kocbek decidió establecerse en
Maribor con la intención de ser sacerdote en el seminario católico. Sin
embargo, abandonó el seminario inmediatamente debido a los bombardeos de la Primera Guerra Mundial. Además,
Kocbek estaba en desacuerdo con el exceso de reglas estrictas establecidas por
sus superiores. De allí, viajó a Ljubljana para estudiar las Lenguas Romances y
Literatura, aunque siempre manteniendo un vínculo personal con el catolicismo.
Motivado por el joven poeta Srečko Kosovel, Kocbek comenzó a escribir algunos
poemas y artículos para una revista denominada Fire, basando sus ideas y estilo de escritura en el movimiento
vanguardista. Asimismo, viajó a Berlín y a Francia, donde adaptó el
expresionismo y el surrealismo como corrientes literarias relevantes para la
creación de sus próximos escritos.
Edvard Kocbek, un magnífico filósofo
Desde ese momento, nace en Kocbek una nueva criatura: el pensador y/o
filósofo. Cuando vuelve a Eslovenia, comienza a escribir algunos poemas en los
cuales trata de establecer una reconciliación pura entre la esencia de la vida
y su copia expuesta en el plano de lo visible. De este modo, aun cuando Kocbek
forma parte de una época contemporánea, inclinó su estilo poético hacia una rama
estética del romanticismo; alguna clase de realismo metafísico en el que el
mundo natural requiere ser dominado por las sensaciones de nuestras almas. En
la introducción a su volumen de poemas seleccionados Nothing is Lost (Nada está Perdido), Kocbek expone: “un hombre
representa una realidad heterogénea en un ser homogéneo, por lo que no puede
estar exhausto espiritual, física o socialmente… El problema del hombre es en
el análisis final un asunto de religiosidad[1]”
(2004, p. 4). Esto podría significar que ningún hombre es capaz de
reconciliarse con su propia substancia en un nivel más inteligible de
entendimiento si no existen aspectos espirituales de por medio que creen una
conexión entre la naturaleza física de un ser y su origen universal.
Indiscutiblemente, estos aspectos deben ser parte de la base comprensible de dicho
ser: el alma, que se encarga de conectar
la mente con las sensaciones experimentadas cada vez que lo inteligible es
evocado.
[1] Cita extraída del texto original en inglés y traducida por Luis Arguello. Introducción del volumen original de poemas seleccionados Nothing is Lost, por Edvard Kocbek (2004)
Un escritor y partidista
político en los ámbitos de la Segunda Guerra
Mundial
Kocbek (Tercero desde la derecha)con un grupo de Líderes yugoslavos de la resistencia comunista en Bosnia (1944) |
A pesar del surgimiento de estas
ideologías y pensamientos filosóficos, Kocbek no fue indiferente a las
situaciones sociales y políticas por las que su nación estaba pasando. La Segunda Guerra Mundial había
llegado a Eslovenia y sus países vecinos se inclinaron a las ideologías
fascistas, escenario que representó una acción repugnante para Kocbek. De esta
forma, decidió confrontar el Fascismo (y a su vez, el Vaticano) a través de
algunos ensayos en los cuales declaró que la espiritualidad no estaba en la disposición
de ser seducida por personas que sólo desean sobresalir como iconos de
autoridad y poder para controlar e ignorar los pensamientos de una sociedad
inocente. Para Kocbek, la espiritualidad tenía que ir más allá de todas las
ideologías comunes propuestas por esos
hombres que buscan sus propios beneficios y cierran sus ojos a la importancia
de una verdadera conexión “mente-espíritu”. Partiendo de allí, Kocbek fue
condenado a castigos severos debido a la supuesta herejía implícita en el
mensaje de sus escritos.
En 1941, Kocbek fue nominado el primer
líder de los movimientos Anti-Fascistas en Eslovenia y obtuvo el rango de
General en el año 1943, mientras era un partidista. No obstante, por un lapso
aproximado de diez años fue obligado a mantenerse en silencio debido a la
persecución que las fuerzas fascistas habían organizado en su contra. Durante
esos años, Kocbek no detuvo la producción de sus escritos y escribió diversos
poemas y pensamientos en los cuales expresaba los momentos depresivos que su
alma y espíritu afrontaban por tal persecución. En consecuencia, su ausencia
temporal lo volvió un disidente con aspecto de héroe y ejemplo a seguir por las
futuras generaciones en Eslovenia, a través de cada poema y pensamiento
pronunciado por él. Considerado como uno de los más relevantes pensadores y
filósofos en su nación, Edvard Kocbek fallece en 1981; constituyéndose su
nombre como el superhombre que moldeó la sociedad Eslovena usando como herramienta
fundamental sus ideales y su lucha contra cualquier obstáculo que restringiese
el vuelo libre de la mente y el alma humana.
Aspectos filosóficos de Hegel
en el poema All Doors are Open (Todas las Puertas están Abiertas) de
Edvard Kocbek: la persecución de la
Mente y sus ideales mediante una sensación interior de culpa.
Desde que Kocbek escribe sus
ensayos y volúmenes de poemas, ha dejado claro que el rol de un verdadero poeta
es disolver y reconstruir su propio mundo mediante el auténtico poder de la
imaginación. Indudablemente, aprendió a jugar con la holgura de su conciencia
con la intención de traer al presente la reminiscencia de su mente directamente
desde el hogar de los ideales aún no evocados; ya que anhelaba combatir el
silencio de ese vacío repugnante erigido en su mente. De esta manera, Kocbek
sabía sobre el nuevo mundo interior que se estaba creando en su mente y alma a
través del conocimiento profundo de los términos “noche”, “inexistencia” y “vacío”; así podría vislumbrar la sociedad
modelo con la que estaba lidiando. Desde ese momento, Kocbek entendió que su
victoria no era tan importante como el proceso por el cual tenía que pasar para
acelerar el desarrollo de su mente como un ser “cambiante”, jamás estático.
En conformidad, el propósito
trascendental que Kocbek quería alcanzar mediante este proceso de invocación de
lo inteligible, era el de hacer uso de sus tiempos pasados para reflejar así
una manera de escapar de lo común y superfluo en las generaciones futuras bajo la
consigna de “ir siempre más allá”. Igualmente, quería manifestar que cualquier
ideología es suficiente para esclavizar las mentes de los humanos mientras
ellos no sean capaces de practicar espontáneamente los principios más profundos
de la espiritualidad; el único método usado para combatir las cualidades
sombrías de las ideologías convencionales. Por esta razón, Kocbek declara que
la poesía que él propone va dirigida a esas multitudes inocentes que aspiran
liberar sus mentes de todo lo pragmático y el sin sentido, basado
principalmente en el oxígeno de todo hombre moderno: la imaginación. Por
consiguiente, de acuerdo con Kocbek, un pensamiento único e innovador puede
provocar un despertar de ideales desde lo más profundo de una mente, el cual
tiene la pericia de enfrentar la opresión de los enemigos; aún cuando éste
represente el primer signo de un futuro castigo del alma, que podría traer una
sensación amarga de culpa por el sólo hecho de “ser”, y “ser diferente”.
Frente a esta situación, Kocbek
comprendió que realmente quería arriesgar su propia vida (si era posible) para
escribir lo que sentía y pensaba con respecto al escenario que estaba
resistiendo. Decidió también que todos sus poemas debían denunciar el proceder
y la impotencia que en él causaba el dominio adulterado de personas ajenas a su
perspectiva de la vida. Es aquí el momento en el cual Kocbek escribe un
conglomerado de poemas seleccionados en un volumen llamado Embers in the House of Night (Brasas en la Casa de la Noche ), donde cada poema por
separado contiene un misterio filosófico a resolver debido a las numerosas
experiencias personales reflejadas en ellos. De este volumen surge un poema
específico que representa una obra autobiográfica breve y completa sobre Kocbek
y los misterios oscuros en su mente: All
Doors are Open (Todas las Puertas están Abiertas). Este poema manifiesta el
castigo y la culpa sobrentendida en la vida de Kocbek mientras combatía las
fuerzas que mentían a sus espaldas y desestabilizaron el mundo que él y otros
que compartían su misma ideología habían instituido a través de la conexión mente-espíritu.
De igual forma, en este poema Kocbek imputa la inestabilidad de un gobierno
burocrático que castiga sus pioneros de buen pensamiento únicamente para
encubrir su delito del mal uso de la retórica, ya que habían perdido el control
de la verdadera esencia del discurso proclamado al inicio de su mandato. En
resumen, eso que Kocbek detalla en los hechos autobiográficos en este poema, es
persecución; la persecución de su mente y sus ideales, los cuales personifican
el misterio de su razonamiento filosófico.
El poema All Doors are Open requiere
un análisis esencialmente filosófico que sea capaz de descifrar el misterio
escondido en la mente de Kocbek y las sensaciones que sentía mientras su mano
iba relatando lo que su mente le iba dictando. Por lo tanto, el filósofo Georg
Hegel irrumpe como el personaje más indicado para tratar estas clases de
fenómenos. Hegel ya había estudiado por muchos años las conductas y
alteraciones de la mente y el espíritu debidas al vuelo limitado del
pensamiento, causado por el encierro del “libre pensar” sobre lo que es extraño
y poco perceptible a la lógica común. De acuerdo con Hegel, las cosas que
tienen sus propias características vivientes, a su vez tienen la cualidad de
concebir su propio ser mediante un proceso denominado always becoming (siempre cambiante[2]).
Es decir, Hegel describe la mente como un ser dinámico que no para de procesar
información hasta que no inicia su propio proceso, el cual es analizar los
impulsos enviados al alma para evocar un razonamiento superior al usual y
frecuente que caracteriza a la humanidad. En su obra maestra La
Filosofía de la Mente (The Philosophy of
Mind) Hegel explica un sinnúmero de procesos
involucrados en el desarrollo de la mente y, a su vez, la describe como
un ser idóneo para crear su propio contexto y situaciones en las cuales las
ideas evocadas desde el más alto nivel de entendimiento no pueden considerarse
parte de lo ordinario y conocido (1894, p. 8). Por esta razón, Hegel parece
tener la respuesta al confuso enigma representado en el poema de Kocbek, quien
codiciaba la libertad de sus ideas a través de la evocación de sus
reminiscencias pasadas para establecerlas de una manera descriptiva en cada
línea de este poema.
[2] Proceso utilizado por Hegel para describir más claramente el ser como una criatura que se mantiene en constante dinamismo, capaz de crear situaciones que ponen en movimiento a la mente y al alma en actividades que implican acciones de pensamientos y sensaciones.
Ahora, para emprender el análisis de
este poema, es importante precisar que Kocbek tenía un sueño: vincular su propio
sentido de ser en una sola entelequia con el mundo; aun cuando experimentó
haber electo la peor vía al final. Posiblemente fue esta la razón por la cual se
sintió perseguido por ese mundo que no aceptó un idealismo estético en su
haber, ya que había antes insistido en la ideología de un despertar en la
imaginación mientras que el mundo, por otro lado, insistía en salvaguardar el
mismo pragmatismo impuesto por lo visible a su alrededor. En consecuencia,
Kocbek consideró oportuna la idea de abandonar sus deseos y desahogarse entre
líneas con la intención de producir algo que representase la desolación, la
soledad y la persecución de sus ideas.
El
poema inicia:
“The world is full of
blood-thirsty
persecutors,
but the worst
persecution is
when you are not hunted, but still act like a lost wild animal tracked by an invisible hunter:…” |
El mundo está saturado de perseguidores sedientos de
sangre,
no obstante la persecución más terrible es cuando no
eres cazado,
sino que aún actúas como un animal salvaje y desolado,
rastreado por un cazador invisible:...
|
El
poema inicia:
“The world is full of
blood-thirsty
persecutors,
but the worst
persecution is
when you are not hunted, but still act like a lost wild animal tracked by an invisible hunter:…” |
El mundo está saturado de perseguidores sedientos de
sangre,
no obstante la persecución más terrible es cuando no
eres cazado,
sino que aún actúas como un animal salvaje y desolado,
rastreado por un cazador invisible:...
|
Las primeras líneas de este poema
traen a discusión la posibilidad de apuntar que Kocbek se encontraba en un
estado de trance en el cual se sintió perseguido por el mundo externo que lo
rodeaba. Ese reconcomio posiblemente demuestra su terror hacia las experiencias
de sus años pasados como partidista y esa sensación de incertidumbre que sufrió durante esos
momentos de oscuridad, en completa desolación. Según Hegel (1894), algunas
veces la mente actúa por alteraciones
físicas (physical alterations), evocando reminiscencias negativas de lo que
representó una completa pesadilla en tiempos pasados; en donde nuestros
pensamientos fueron encerrados en otras situaciones que se encuentran
considerablemente alejadas de lo que afrontamos actualmente. Hegel explica:
Cuando la individualidad
o ser egocéntrico se distingue a sí mismo de su mero ser, este juicio inmediato viene a ser el despertar del alma, el cual confronta su esencia natural
ensimismada a primera instancia como una cualidad natural del ser, permitiendo
que un estado del ser, confronte otro estado del ser[1]
(1894, p. 18)
A este punto,
Hegel hace énfasis en clarificar la escena en la cual suponíamos que Kocbek se encontraba en un estado de trance.
Es decir, aquello que parecía ser un estado de trance por un momento, en
realidad viene a ser un proceso denominado por Hegel como el despertar del alma (the waking of the
soul). En este proceso, la mente envía impulsos inmediatos al alma por medio de
reminiscencias pasadas para crear una manera interna de actuar frente a esos
sentimientos. Además, esta es la razón por la que Kocbek declaró en su poema que
“la peor persecución es cuando no eres cazado”, ya que existe una persecución
mental que genera una incierta intuición de espionaje que lo hace “actuar como
un animal salvaje perdido, rastreado por un cazador invisible”; tal cazador
invisible viene a ser el pasado y sus
recuerdos. De aquí, ese “animal salvaje perdido” podría representar la mente de
Kocbek (o su razonamiento) la cual es asechada por los recuerdos evocados en
ese momento cuando quiso retroceder en el tiempo y analizar la razón de dicha
persecución, ya que sólo así sabría el verdadero significado de esa sensación
de ser “emboscado” por su pasado.
El poema
continúa:
when
you sit in your studio drinking coffee or stretching bored in the office, when even the fanciest cigar in your mouth cannot relieve you from a dreadful sense of guilt as if someone has a grip on you, making you perspire with deadly fear, wishing, either you didn't know who you were or could throw yourself from the ninth floor. |
Cuando
estas en tu morada tomando un café o tendido de aburrimiento
en la oficina, cuando ni siquiera el más lujoso cigarrillo en tu boca
puede librarte de esa terrible sensación de culpa
como si alguien tuviese un dominio sobre ti, haciéndote
sudar con miedo
mortal, deseando, bien sea que no supieses quién eres o que pudieras
lanzarte del
noveno piso.
|
Sucesivamente,
Kocbek continúa describiendo esta sensación exhaustiva como una criatura que
camina a su lado, estando internamente con él en todas partes. Dondequiera que
esté, encuentra esa persecución, incluso cuando trata de relajarse y descansar
su cuerpo y mente. No obstante, esta vez Kocbek percibe una nueva sensación que
va tomada de la mano con esta previa de la persecución: “una sensación terrible
de culpa”, la cual podría ser indudablemente considerada el origen de esa
persecución interna en su conciencia. A su vez, esa sensación de culpa permite
que Kocbek sienta como “si alguien tuviese un dominio sobre él” y esto denota
cierta impresión de espionaje; lo cual le impide relajar su alma y mente. Por
el contrario, esta sensación de culpa crea en él una fluctuación que genera
esta extraña persecución de su mente y sus ideales.
De este
modo, Hegel (1894) considera este comportamiento de la mente como un proceso
que tiene que ver con un encuentro entre pensamientos y recuerdos, creando así
una confrontación mental que forja un estado de sensibilidad (sensibility) en la conciencia de un ser; aunque
este sea temporal. Hegel declara: “La sustancia de la sensación es entonces confinada
y temporal, perteneciendo naturalmente como un ser inmediato, a aquello que es
cualitativo y limitado[2]”
(1894, p.21). Hegel corrobora que esta sensación mental no es eterna, sino
temporal; ya que ésta pertenece al plano de lo superficial y de las
reminiscencias evocadas. Por otro lado, Hegel también expresa que aunque ese
estado de sensibilidad es temporal y no afecta directamente la conciencia, está
propenso a permitir el paso de cualquier ser en un encuentro filosófico consigo
mismo mediante una vuelta al pasado. Este proceso permite al ser tomar las
experiencias de esos recuerdos pasados para así facilitar la evocación de
algunos sentimientos que tienen una repercusión negativa la mente y el alma. Hegel establece:
En el uso del
lenguaje ordinario, la sensación y el sentimiento no se distinguen con
claridad. Aunque todavía no hablamos de la sensación, -sino del sentimiento (como
sentido) de lo justo, del ego: así el sentimentalismo (sensibilidad) está
conectado con la sensación. Por lo tanto debemos decir que la sensación enfatiza
más bien el lado de la pasividad -el hecho de hallarnos sintiendo, esto es, la
urgencia del modo en sentir- mientras que el sentimiento al mismo tiempo se da
cuenta del hecho que somos nosotros mismos quienes sentimos[3]
(1894, p.25)
Hasta
ahora, esta persecución y esta sensación de culpa que Kocbek siente en su
interior son consideradas el resultado de una confrontación mental que tiene
que ver con sus recuerdos y sus percepciones personales de la vida.
Posiblemente Kocbek siente impotencia frente a este deseo de haber establecido
un mejor legado de sus ideales a sus enemigos. Sin embargo, reconoce que esas
sensaciones no son positivas y lo hacen “sudar con miedo mortal”, ya que éstas
quieren blanquear su mente y así eliminar su razonamiento y los ideales
propuestos para crear una manera de vivir mejor en su conciencia. De ahí,
Kocbek revela que los sentimientos que él está experimentando son parte de una era pasada que le dejó una mala
sensación en su mente, y ahora se siente perseguido por ella, sufriendo
constantemente porque su mente se convirtió en víctima de su pasado.
El poema
concluye:
This persecution is the most horrifying flight
from oneself, the most fatal capture. Nothing helps, even though all doors are open and all guns at your disposal, when you sit amid black night or clear day unable to move from the deadly fear of an unknown, ineffable guilt. |
Esta persecución es el
vuelo más terrible desde uno mismo,
la más terrible captura.
Nada ayuda, a pesar de que
todas las puertas están abiertas y todas las armas a tu disposición, cuando
estás entre la noche negra
o en medio de un día despejado
incapaz de escapar del
miedo mortal de una desconocida, inefable culpa.
|
Desde este
momento, Kocbek se rinde y se da cuenta que esa sensación de culpa estará
siempre a su lado aunque él quiera liberar su mente de esa persecución descrita
como “aterradora” y como “la más terrible captura”. Kocbek quiere confirmar que
la peor sensación que una persona puede sentir es esa de sentirse perseguido no
sólo físicamente, sino también mentalmente; por medio de las reminiscencias de
su mente y sus ideales. Además, Kocbek usa una alegoría donde se ve a sí mismo
en un callejón sin salida y, aún cuando está armado y todo parece estar de su
lado, no hay manera de escapar del enemigo y las fuerzas que ha preparado para
controlarlo.
De
consecuencia, Hegel (1894) declara que esta última situación en la cual Kocbek
estaba implicado pertenece a un proceso mental mejor conocido como recolección (recollection), en el cual
la mente primero intuye las posibles acciones a acontecer, del pasado al
presente. En segundo lugar, la mente hace una representación de esas acciones
mediante una evocación de ideales que serán adaptadas a ellas y, finalmente
esta (la mente) recolecta toda la información necesaria para enviar imágenes
espontáneas al alma y generar así respuestas negativas a la conciencia. Hegel
establece:
“… El recuerdo es la referencia de la imagen a una
intuición, y es considerada una subsunción de la única intuición inmediata
(impresión) bajo la representación de un punto universal, bajo la
representación (idea) con el mismo fondo[4]”
(1894, p. 72). Este proceso de recolección
(recollection) no sería posible sin la intervención de capacidades
intelectuales que formen parte de la inteligencia de un ser; ya que las
imágenes que la mente envía al alma son primero sujetas a análisis a través de
una asociación de ideas que permite una evocación auténtica de las
reminiscencias escogidas por la mente desde su pasado. Por lo tanto, Hegel
explica que todas las imágenes en la mente necesitan de “una intuición
concreta” que sea capaz de trabajar con una habilidad creativa de imaginación
para establecer los patrones ideales de pensamiento y luego ser enviados al
alma, la cual vendrá a ser un sentimiento expreso en la conciencia de una
persona.
Como
consecuencia, de acuerdo con las aseveraciones de Hegel, Kocbek se encontraba
en un estado de frustración inducido por una sensación de culpa que le permitió
pasar a otra dimensión de entendimiento donde sintió cierta persecución por
medio de las reminiscencias que su mente recalcó en su alma. La mente de Kocbek se puede juzgar como la única
responsable de esa sensación de culpa interior. Entonces, la respuesta al
enigma plasmado en este poema podría ser que él no fue capaz de regresar del
viaje de sus recuerdos y fue más allá de sus reminiscencias vividas, creando
otro mundo al lado de sus sentimientos pasados donde provocó una evocación de recuerdos que lo perseguían. Esta es la razón por la
cual Kocbek dice que “… Nada ayuda, aunque todas las puertas estén abiertas y
todas las armas a tu disposición…”, ya que aún cuando él desea sanar su vida
por medio de la evocación de sus recuerdos para reflexionar en ellos y enviar
impulsos positivos a su alma, él encuentra que éste es un hecho imposible
debido a la imposición causada por la persecución generada por esa sensación de
culpa en su mente. De ahora en adelante, cada actividad implementada por Kocbek
para escapar de esa tenebrosa sensación en su mente no lo hará libre de esa
“culpa inefable” que él está experimentando por días y noches, conjuntamente con esa persecución de sus
ideales; ya que su pasado continúa manifestando un dominio sobre él.
A continuación, el poema All Doors are Open en tres idiomas: esloveno (versión original por
Edvard Kocbek), inglés (traducido por Sonia Kravanja) y español (traducido por
Luis Arguello, autor de este artículo de investigación).
Odprta so vsa
vrata
Povsod po svetu divjajo preganjalci,
toda najhujše je tisto preganjanje, kadar te nihce ne lovi, pa se vendar obnašaš kot izgubljena divja zival, ko jo nevidni lovec zasleduje: ce sediš doma v delovni sobi in piješ kavo ali se v uradu dolgocasno preteguješ in te niti najdrazja cigara v ustih ne reši grozovitega obcutka krivde in te ima nekdo resnicno v pesti, da se potiš od smrtnega strahu in najrajši sploh ne bi vede! zase ali pa bi se pri prici vrgel iz devetega nadstropja. To preganjanje je najstrašnejši beg pred samim seboj in najusodnejša ujetost. Nic ti ne pomaga, vsa vrsta so odprta in vse pištole so ti na razpolago, ti pa se sredi temne noci ali jasnega dneva ne moreš niti ganiti od smrtnega strahu pred neznano in neizrekljivo usodo.
Original poem from: Zbrane pesmi (Selected Poems). Edvard Kocbek.
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All Doors are Open
The world is full of blood-thirsty
persecutors,
but the worst persecution is when you are not hunted, but still act like a lost wild animal tracked by an invisible hunter: when you sit in your studio drinking coffee or stretching bored in the office, when even the fanciest cigar in your mouth cannot relieve you from a dreadful sense of guilt as if someone has a grip on you, making you perspire with deadly fear, wishing, either you didn't know who you were or could throw yourself from the ninth floor. This persecution is the most horrifying flight from oneself, the most fatal capture. Nothing helps, even though all doors are open and all guns at your disposal, when you sit amid black night or clear day unable to move from the deadly fear of an unknown, ineffable guilt.
Translation by Sonia Kravanja
from: Embers in the House of Night
(Selected Poems)
|
Todas las Puertas están Abiertas
El mundo está saturado de perseguidores sedientos de sangre;
no obstante la persecución más terrible es cuando no eres cazado,
sino que aún actúas como un animal salvaje y desolado,
rastreado por un cazador invisible: cuando
estás en tu morada tomando un café o tendido de aburrimiento en la
oficina, cuando ni siquiera el más lujoso cigarrillo en tu boca
puede librarte de esa terrible sensación de culpa
como si alguien tuviese un dominio sobre ti, haciéndote sudar con miedo
mortal, deseando, bien sea que no supieses quién eres o que pudieras
lanzarte del
noveno piso. Esta persecución es el vuelo más terrible desde uno mismo,
la más terrible captura.
Nada ayuda, a pesar de que todas las puertas están
abiertas y todas las armas a tu disposición, cuando
estás entre la noche negra o en medio de un día despejado
incapaz de escapar del miedo mortal de una desconocida, inefable culpa.
Traducido por Luis Arguello.
2016.
Mérida, Venezuela. 2016
Referencias
bibliográficas
Cox, J. (2005). Slovenia : Evolving Loyalties. New York : Routledge Tailor & Francis
Group.
Hegel, G. (1894). Hegel’s Philosophy of Mind. Oxford , London : Oxford University
Press Warehouse.
Hegel, G. (1910). The Phenomenology of Mind. New York : The McMillan
Company.
Kocbek, E. (2004). Nothing is Lost: Selected Poems (Translated
by Scammel M, and Taufer V). New Jersey , USA : Princeton
University Press.
Kocbek, E. (1999). Embers in the
House of Night (Translated by Kravanja, S.). Santa
Fe : Lumen Books.
[1] Cita traída del texto
original en inglés y traducida por Luis Arguello. Obra maestra de Georg Hegel La Filosofía de la Mente (1894). (The
Philosophy of Mind).
[2] Cita traída del texto original en inglés y traducida por Luis
Arguello. Obra maestra de Georg Hegel La
Filosofía de la Mente (1894, p. 21). (The Philosophy of Mind). Explicación
del proceso de alteraciones mentales sensibilidad.
[3] Cita traída del texto original en inglés y traducida por Luis
Arguello. Obra maestra de Georg Hegel La
Filosofía de la Mente (1894, p. 25). (The Philosophy of Mind).
[4] Cita traída del texto original en inglés y traducida por Luis
Arguello. Obra maestra de Georg Hegel La
Filosofía de la Mente (1894, p. 72). (The Philosophy of Mind). Explicación
del término recuerdo como una
actividad de la mente que implica un proceso de evocación de lo universal;
puesto que son ideales pertenecientes al plano de lo no visible.
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